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289 elementos encontrados para ""

  • Inclusión Financiera: Más allá de los números, una oportunidad para todos

    Según el Banco Mundial, inclusión financiera “significa que los individuos y negocios tengan acceso a productos financieros que llenen sus necesidades, sea en transacciones, pagos, ahorros, créditos y seguros de una forma responsable y sostenible”. La inclusión financiera busca eliminar las barreras que excluyen a las personas de participar en el sector financiero y poner a disposición todos los servicios financieros para mejorar sus vidas. En la mayoría de los países, existen un oligopolio de entidades financieras que han centrado su atención en un segmento de la población y empresas con alto poder adquisitivo. Con la aparición del concepto de las microfinanzas han surgido nuevas entidades que han ido prestando más atención a otros segmentos de la población y pymes. Según el propio Banco Mundial, existen alrededor de 2500 millones de personas no utilizan servicios financieros formales y el 75 % de los pobres no tiene cuenta bancaria. La emergencia de las Fintechs ha mejorado el acceso y la prestación de servicios financieros en América Latina, porque han encontrado un segmento de mercado totalmente abandonado y despreciado por las entidades financieras tradicionales, contribuyendo al desarrollo económico, reducir la pobreza y promover la prosperidad. Es tan importante la inclusión financiera que se considera como un elemento que facilita el logro de 7 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, ayudando a las personas de bajos ingresos a acceder a servicios financieros y otros servicios financieros para emprender negocios y generar empleo, y de esa manera reducir las desigualdades económicas y sociales, entre otros. Si bien la inclusión financiera ha mejorado en los últimos años, impulsada fundamentalmente por la digitalización, la innovación y la educación financiera, aún persisten brechas por país, región, género, edad, nivel socioeconómico y educativo. Bolivia se posiciona con el puntaje más bajo en inclusión financiera entre los países evaluados por el Índice de Inclusión Financiera de Credicorp (IIF). Este país presenta el puntaje más bajo en cuanto al uso del sistema financiero, lo cual se explica por su baja frecuencia de uso mensual de productos financieros y su bajo porcentaje de usuarios que reciben ingresos en una cuenta a su nombre. Además, Bolivia es uno de los países con la mayor proporción de ciudadanos que reportan tener barreras para acceder a un punto presencial de atención, así como un mayor temor a las transacciones digitales. Estos factores limitan la adopción y el uso de los servicios financieros digitales, que son clave para la inclusión financiera. Para mejorar la inclusión financiera en Bolivia, se requiere de políticas públicas que promuevan la educación financiera, la innovación tecnológica, reformas normativas, productos financieros accesibles, infraestructura financiera eficiente, la protección al consumidor y la inclusión productiva. También se necesita de una mayor coordinación entre los actores del ecosistema financiero, como los bancos, las microfinancieras, las cooperativas, las Fintechs y las empresas de telecomunicaciones. Según un reporte del RankingsLatAm.com, en Bolivia el año 2023, existen 15 millones de cuentas depósito activas en las entidades financieras, 1.9 millones de operaciones de préstamos, 6.7 millones de tarjetas de débito y solo 187 mil tarjetas de crédito (decreciendo con relación al año anterior). Uno de los principales problemas en Bolivia es encontrar información confiable y oportuna, para poder tomar decisiones. Según el Instituto de Estudios Sociales y Económicos de la UMSS en su publicación Banca Digital en tiempos del COVID-19 en Bolivia, el 2021 había 6.2 millones de tarjetas de crédito y 249 mil tarjetas de crédito, y según el último reporte de Digital 2024 de Bolivia, hay casi 6 millones de cuentas en una institución financiera, solo 3.85 millones de tarjetas de débito y 1.1 millones de tarjetas de crédito el 2023. Lo cierto es que existe una gran oportunidad para que a través Fintech o Empresas de Tecnología Financiera (ETF); como se llamaran legalmente en Bolivia, se cubran todas esas necesidades de inclusión financiera de la gran mayoría que igual requiere y accede a servicios financieros, pero en un mercado informal, inseguro y mucho más costoso. Columna originalmente publicada en eju.tv, rimaypampa, asuntoscentrales, Economy y público.bo

  • Criptoactivos: ¿Qué son y cómo funcionan?

    El otro día hice un video sobre las diferencias entre la devaluación y la inflación, y mi case de un foodtrack llamado El Changarro, me dijo que había visto mi video, pero que no sabía cómo protegerse de los efectos de la devaluación o inflación, así que después de comprar mis deliciosos tacos y quesadillas le prometí hacer otro video donde explicara cómo proteger su patrimonio. Dicho y hecho, hice otro video y básicamente expliqué que en tiempos de crisis si tienes ahorros lo recomendable es buscar un refugio y que existen básicamente tres opciones: el oro; aunque cada vez es más difícil comprar o guardar oro, los ladrillos; es decir, invertir en bienes raíces, el problema es que no todos tienen los suficientes recursos para comprar un terreno, una casa o un vehículo, y finalmente los criptoactitvos. Una vez colgado mi otro video, una amiga periodista que también me había preguntado lo mismo que mi case, después de ver el segundo video me escribió diciendo “Ok, más claro. Esperaré lo de los criptoactivos. Aunque eso suena más inseguro”. Así que decidí no solamente hacer otro video, sino escribir este artículo para intentar explicar qué son los criptoactivos y tratar de disipar esa sensación de inseguridad. Comencemos diciendo que un criptoactivo, es un activo digital, en vez de un activo que lo puedas tocar, es un código en tu computadora o tu teléfono celular, que está encriptado y, por lo tanto, es imposible de falsificarlo o duplicarlo y se caracteriza por ser anónimo, pero que dado que se almacena electrónicamente puede transferirse utilizando tecnología de libro mayor distribuido o una similar. Los criptoactivos pueden no tener un activo u otro valor tangible que los respalde, por lo que tienen un carácter especulativo y se basan en la demanda y la confianza de los consumidores. Por este motivo, sufren oscilaciones repentinas y extremas, con precios que pueden bajar y subir rápidamente en breves períodos. Los criptoactivos abarcan una gama amplia de activos digitales, que incluyen tanto criptomonedas como otros tókenes, diseñados para funcionar como un medio de intercambio seguro utilizando criptografía para garantizar transacciones seguras y controlar la creación de nuevas unidades. Las criptomonedas son dinero digital que operan independientemente de una autoridad central, como un banco o un gobierno, y las más populares son Bitcoin, Ethereum y Tether (dólar digital), que normalmente son descentralizadas y están respaldadas en tecnología blockchain para garantizar transacciones seguras y transparentes. La tecnología blockchain proporciona un alto nivel de seguridad al registrar todas las transacciones de forma inmutable y transparente, lo que reduce significativamente el riesgo de fraude y manipulación. Los criptoactivos permiten transacciones instantáneas y sin fronteras, lo que brinda acceso financiero a millones de personas en todo el mundo que están excluidas del sistema financiero tradicional o que no quieren depender del mismo. Dado que su valor está relacionado con la confianza del mercado y su nivel de aceptación, la volatilidad es uno de los obstáculos más grandes, lo cual dificulta su adopción generalizada como una forma de dinero estable. La falta de regulaciones claras y consistentes en muchos países plantea incertidumbre jurídica y desafíos adicionales para la adopción masiva. Lamentablemente, en Bolivia está prohibido que las iniciativas privadas relacionadas con el uso y comercialización de criptoactivos, sean canalizadas a través del sistema financiero. Los criptoactivos tienen el potencial de transformar el sistema financiero de manera fundamental, eliminando intermediarios y simplificando los procesos de transacción. Al brindar acceso financiero a poblaciones no bancarizadas, los criptoactivos pueden fomentar la inclusión financiera y reducir la desigualdad económica a nivel mundial al proporcionar acceso financiero a poblaciones no bancarizadas. Columna originalmente publicada en eju.tv, rimaypampa, asuntoscentrales, Economy y público.bo

  • Propuesta de valor: ¿Qué es y cómo se hace?

    Alguna vez te has puesto a pensar, ¿qué hace que un (tu) producto o servicio sea elegido sobre otros? Aunque no lo tengas claramente identificado, los clientes eligen un (tú) producto o servicio por su (tú) propuesta de valor. ¿Pero, qué es la propuesta de valor? La propuesta de valor es el núcleo de tu ventaja competitiva que te permite distinguirte de tus competidores, destacando tu negocio, ya sea resolviendo una necesidad insatisfecha o un problema de los clientes. La mayoría de las empresas no saben qué es lo que diferencia, no incluyen el beneficio ni el impacto positivo en su propuesta y no coinciden con el valor que el cliente percibe del producto o del servicio. Los miles de startups o innovaciones que han surgido en los últimos tiempos no pueden utilizar los métodos tradicionales para evaluar los proyectos de inversión o financiamiento, o para la valoración de las empresas. La mayoría de los emprendedores exitosos necesitan métodos y herramientas más sencillas y ágiles para elaborar sus modelos de negocios, y presentarlos a sus posibles inversionistas o socios. Alexander Osterwalder y Yves Pigneur escribieron los libros “Business Model Generation” y “Value Proposition Design” ofreciendo marcos y herramientas para ayudar a las empresas a innovar y crear valor. En el primer libro se desarrolla el Business Model Canvas (BMC), una herramienta que permite en un lienzo o una hoja identificar los nueve elementos más relevantes de su negocio. En el segundo libro se centraron en el desarrollo de los dos bloques más importantes del BMC: el Segmento de Clientes y la Propuesta de Valor, centrándose en la satisfacción de las necesidades de los clientes o la resolución de sus problemas, a través de la creación de productos y servicios. Para esto es fundamental definir el segmento de mercado al cual quieres llegar y el perfil del cliente: ¿Qué necesita tu cliente? (trabajos o tareas a realizar) ¿Qué quiere el cliente? (ganancias o alegrías) y ¿Qué miedos tiene? (dolores o miedos/frustraciones). Dentro de los trabajos o tareas del cliente, podemos dividirlas en trabajos o tareas funcionales (son todas aquellas tareas específicas cotidianas o funciones en el trabajo), sociales (son aquellas donde se busca mejor el estatus, caer bien y ser percibidos como exitosos) y emocionales (son aquellas que permiten al cliente mejorar su calidad de vida o bienestar). Dentro de las ganancias o alegrías, son los beneficios o resultados que hacen feliz al cliente utilizando el producto o servicio. Dentro de los dolores o las frustraciones, están las cosas que molestan a los clientes antes, durante o después de intentar resolver la tarea o el trabajo o aquello que les impida realizar la tarea o el trabajo, lo que finalmente les genera miedo para comprar tu producto o servicio. Al identificar el perfil de los clientes, también podemos identificar a la competencia, directa o indirecta, saber cómo les va en el mercado, cómo están atendiendo a nuestro prospecto, qué fortalezas y debilidades tienen, la experiencia de usuario y toda información que nos ayude a mejorar nuestra propuesta. Una vez que has completado el perfil del cliente, ahora toca desarrollar el producto o servicio y pensar en nuestra propuesta de valor que le ofreceremos al cliente para atender sus tareas o trabajos que necesita hacer, las alegrías que quiere tener y aliviar las frustraciones o miedos que tiene. Al igual que en el perfil del cliente, en la propuesta de valor tendremos también tres partes: la experiencia del cliente (producto o servicio), los beneficios del uso del producto o servicio (creadores de alegrías) y las características o funciones del producto o servicio (aliviadores de frustraciones o miedos). Dentro de la experiencia del cliente, hay que especificar las características del producto o servicio que ayudan a solucionar los problemas o satisfacer las necesidades del cliente. Dentro de los creadores de ganancias, hay que especificar cuáles son los beneficios o las ganancias que la solución aporta al cliente basándose en sus expectativas. Dentro de los analgésicos, hay que definir qué características o funciones reducen o eliminan los dolores o los miedos/frustraciones del cliente simplificando sus tareas o trabajos (reducir el tiempo o costo para desarrollarlas). Una vez desarrollada nuestra propuesta de valor, es importante identificar a nuestros aliados o socios estratégicos, para que nos puedan ayudar a mejorar nuestra propuesta comercial y apoyarnos juntos para poder ser más eficientes. Columna originalmente publicada en eju.tv, rimaypampa, asuntoscentrales, Economy y público.bo

  • ¿Qué es una FinTech y que hacen?

    Hace unos días atrás he comenzado un curso de especialización en el INCAE Business School sobre Innovaciones Financieras y FinTech y mi cabeza ha comenzado a explotar sobre este nuevo mundo de oportunidades. Pero comencemos por el principio, ¿Qué es una FinTech? FinTech es la combinación de las palabras finanzas y tecnología y básicamente se refiere a empresas que han irrumpido en el tradicional y conservador mundo financiero con modelos de negocios que proponen soluciones basadas en tecnología que hacen la vida más fácil de los usuarios. Pero obviamente, nuestro marco de atención es solo para el sector financiero, es decir, las instituciones de intermediación financiera y hasta las empresas de seguros podrían entrar en esta categoría. Lo que no nos damos cuenta es que todas las personas y empresas (pequeñas, medianas, grandes) y de todos los sectores de la economía tenemos algo que ver con el sector y que las FinTech también nos pueden ofrecer soluciones a nosotros (o pero aún competir). Cualquier empresa que nos ofrezca una solución que está utilizando tecnología avanzada o un nuevo modelo de negocio para: reducir los costos de transacción, reducir el tiempo de procesamiento en transacciones financieras, disminuir la burocracia para transacciones financieras, mejor el manejo de capital de trabajo (inventarios, cuenta por pagar o por cobrar, etc.), reducir los riesgos financieros y ampliar el acceso a fondos, puede ser considerada una FinTech, ¿¿¿te imaginas??? Debido a que no tenemos un cabal conocimiento del campo de acción de las empresas FinTech hemos perdido de vista las oportunidades que estas representan. En Estados Unidos, la mayoría de las Fintech se lanzaron después del año 2000, y se aceleró, en parte, por la crisis financiera del 2007-2009 y muchas nuevas regulaciones que surgieron después de la misma, habiendo recaudado financiamiento desde 2010, pero aún no habían alcanzado su madurez. Ahora las disrupciones de las FinTech se han expandido a todos los rincones de las finanzas, incluso a las áreas que se suponía estaban a salvo de la amenaza digital, y hoy casi la mitad de los consumidores durante el 2021 ha utilizado un producto de una FinTech principalmente para pago entre pares (peer to peer) y transferencia de dinero no bancarias. La Asociación de Empresas Fintech de Chile junto a la consultora EY, el 2019 presento un documento denominado Primer estudio FinTech en Chile: Desafíos y oportunidades, revelando el panorama del ecosistema financiero/digital en Chile y los desafíos y oportunidades que presentaba, proporcionando también información sobre las empresas FinTech en Chile, su crecimiento y su impacto en la economía. Definieron 9 subcategorías de FinTech: 1) Banking, pagos y transferencias 2) Criptomonedas y Blockchain/DLT 3) Crowdfunding & Lending 4) Market & Trading 5) Risk Management 6) InsureTech 7) Gestión financiera 8) Investment & savings y 9) Otros. Además de cuatro atributos para el crecimiento integral de un ecosistema: Talento, Capital, Política y Demanda. Concluían diciendo “hemos llegado a la conclusión de que hoy Chile tiene la gran oportunidad de liderar el futuro de la industria fintech en América Latina” El año pasado en Bolivia se publicó la quinta edición del Mapeo del Ecosistema de Tecnología Digital en Bolivia (2023) que incluyo un capítulo centrado en el ecosistema Fintech, cómo surgieron en Bolivia y cuál es su evolución histórica desde 2016 hasta 2023. También describe los diferentes segmentos de las Fintech en Bolivia, mostrando la diversidad y el potencial de este sector, identificando las principales oportunidades y barreras que enfrentan las Fintech en Bolivia, como la demanda insatisfecha de servicios financieros, la innovación tecnológica, la regulación, la competencia y la educación financiera. En noviembre, se incorporó en la Ley de modificaciones al Presupuesto General de Estado del 2023, una modificación a la Ley de Servicios Financieros que le permite al órgano ejecutivo reglamentar la constitución y funcionamiento de las Empresas de Tecnología Financiera (ETF) que presten servicios con innovación tecnológica en el ámbito de servicios financieros, mercado de valores y seguros. Lo cierto es que hay mucho espacio entre las FinTech que centran su atención en los nuevos consumidores digitales, y las entidades financieras tradicionales que centran su atención en la rentabilidad, y esto genera un mar de oportunidades para el surgimiento de cientos de FinTech, y a mayor escala, de las Big Techs como Apple, Alphabet (Google), Meta (Facebook) y Amazon. Columna originalmente publicada en eju.tv, rimaypampa, asuntoscentrales, Economy y público.bo

  • Del crecimiento lineal al exponencial: cómo las leyes de la disrupción empresarial están cambiando el mundo

    Aunque el uso de la tecnología digital no es un suceso reciente (la primera patente data de hace más de 100 años) su evolución en los últimos años ha sido muy rápida, incluso más rápida de lo que puede captar la intuición humana. Eso ha permitido que se desarrollen nuevos modelos de negocios o disrupción en diferentes empresas que les ha permitido tener un crecimiento exponencial en vez de uno lineal. Pero, ¿cuáles son las leyes que han permitido o permiten la disrupción empresarial? Existen al menos seis leyes fundamentales que han hecho todo esto posible. Gordon Moore, cofundador de Intel, en 1965 observó que se podía reducir el tamaño de los transistores sin dejar de mantener su eficiencia. Esta afirmación; ahora conocida como la Ley de Moore, establece que cada 18 meses las computadoras duplican su capacidad para procesar la información. Mientras que Robert Metcalfe en 1976, estableció que el valor de una red de telecomunicaciones aumenta proporcionalmente al cuadrado del número de usuarios del sistema. La Ley de Metcalfe fue formulada en relación con Ethernet. La ley establece que el valor de una red aumenta exponencialmente con cada usuario adicional que se une a ella. Esto significa que a medida que cuantas más personas se unen a una red, su utilidad crece a un ritmo exponencial y también lo hace el valor de la tecnología. Por ejemplo, cuando se creó Facebook, contaba con pocos usuarios y tenía limitadas capacidades, pero a medida que más personas se unían a la red y aportaban más contenidos, volviéndola más útil y valiosa para sus usuarios. Estos principios no solo son aplicables en cuanto a las telecomunicaciones, sino que también están aplicables a cualquier sistema que transmita información, desde los teléfonos hasta las últimas aplicaciones y redes sociales, y, más recientemente, los activos digitales basados en blockchain. La ley del ancho de banda o Ley de Hartley establece que la cantidad de datos que pueden transmitirse a través de una red viene determinada por su ancho de banda, o la cantidad de información que puede transportar. Es decir, las redes con mayor ancho de banda son capaces de transmitir más datos en menos tiempo. Las leyes de Moore y Metcalfe están estrechamente relacionadas con esta ley. La ley de Edholm dice que la velocidad de transmisión de datos aumentará el doble cada dieciocho meses, y se cumple desde la década de 1970. Por ejemplo, podemos ver esta ley en funcionamiento con Internet, los teléfonos móviles y las redes inalámbricas. Los efectos combinados de las leyes de Moore, Metcalfe y Edholm han conducido a un notable aumento de las capacidades de la tecnología informática en las últimas décadas. La ley de Butter, afirma que la cantidad de información transmitida por una única fibra óptica se duplica cada nueve meses, lo que significa un aumento exponencial con los años. Hay una variación de esta ley para otros medios de comunicación, sea el cable, el ADSL, VDSL o inalámbricas como 3G, LTE y más recientemente, 5G. Mark Kryder formuló una observación a finales de los 90 y principios del 2000, que la capacidad de almacenamiento y la cantidad datos almacenados por centímetro cuadrado del disco duro se dobla cada 13 meses. La verdad es que la tendencia ha disminuido, y se duplica cada 16 o 17 meses. Pero, de todas formas, sigue siendo más rápido que la ley de Moore. La ley de Kryder describe el potencial teórico de la tecnología. Solo una parte de ese potencial va a mejorar el rendimiento de los dispositivos de mercado masivo. La otra parte, sin embargo, irá a reducciones de costos para el consumidor: los equipos, la conexión a Internet y la capacidad de almacenamiento pasan a ser no solo mejores, sino también cada vez más baratos. Estas leyes tienen en común, que el crecimiento es exponencial, ya sea la capacidad de procesamiento, la velocidad de comunicación o la capacidad de almacenamiento, y el resultado son innovaciones tecnológicas más rápidas, mejores y más baratas. Además, estas leyes tienen un impacto en los costos de transacción, que son cada vez más baratos, afectando las cadenas de valor de muchas industrias. La velocidad del avance de la tecnología digital ha permitido generar modelos de negocios disruptivos en las empresas, con crecimientos exponenciales en vez lineales, así que su crecimiento acaba reforzando su posición dominante en el segmento del mercado, convirtiéndolos en casi monopolios tecnológicos. Columna originalmente publicada en eju.tv, público.bo, rimaypampa, asuntoscentrales y Economy

  • Tendencias tecnológicas que marcaron el 2023

    Hace un poquito más de un año, escuchamos esta frase que sin duda marco un hito en la historia del internet, o mejor dicho lo que viene después del internet: "Nos emociona anunciar ChatGPT, queremos saber qué les parece". Lo que vino después fue un terremoto tecnológico: la llegada, por primera vez, de la inteligencia artificial (IA) al alcance de todos. El lanzamiento de ChatGPT, reavivo el uso de la IA; término que fue acuñado en 1956 por John McCarthy, aunque Alan Turing es considerado el padre de la IA, desarrollando la prueba de Turing poco después de la Segunda Guerra Mundial. La IA ha experimentado un avance significativo durante el 2023, con avances en áreas como el aprendizaje automático, el procesamiento del lenguaje natural y la visión artificial. Estos avances están teniendo un impacto en una amplia gama de industrias, desde la fabricación hasta la atención médica. Uno de los avances más importantes en IA en 2023 ha sido el desarrollo de sistemas de IA más capaces de aprender y adaptarse. Estos sistemas se basan en el aprendizaje automático, que permite a las máquinas aprender de los datos sin ser explícitamente programadas. Los sistemas de aprendizaje automático se están utilizando en una amplia gama de aplicaciones, desde la detección de fraudes hasta la recomendación de productos. En 2023, la inteligencia artificial ha avanzado en el desarrollo de sistemas de inteligencia artificial que pueden entender y generar lenguaje natural. Estos sistemas se fundamentan en la investigación del lenguaje natural, lo cual posibilita a las máquinas comprender y generar texto a partir de seres humanos. Los sistemas de procesamiento del lenguaje natural se están utilizando en una amplia gama de aplicaciones, desde la traducción automática hasta la creación de contenido creativo. Finalmente, la visión artificial ha experimentado un avance significativo en 2023. Los sistemas de visión artificial permiten a las máquinas ver y comprender el mundo que les rodea. La visión artificial se está utilizando en una amplia gama de aplicaciones, desde la conducción autónoma hasta la seguridad. Algunos de los campos en los que la IA ha demostrado su valor durante este 2023 son la medicina, la educación, el entretenimiento, la seguridad y la movilidad. Por ejemplo, se han creado sistemas de diagnóstico médico basados en IA que pueden detectar enfermedades con mayor precisión y rapidez que los humanos, así como plataformas educativas personalizadas que se adaptan al ritmo y las necesidades de cada estudiante. También se han desarrollado sistemas de generación de contenido audiovisual que pueden crear películas, series, música y videojuegos a partir de textos o imágenes. Además, se han mejorado los sistemas de reconocimiento facial, de voz y de objetos, que permiten una mayor seguridad y comodidad en el acceso a dispositivos, servicios y espacios. Asimismo, se han establecido sistemas de conducción autónoma que pueden transitar por las carreteras sin intervención humana, disminuyendo los accidentes y las emisiones. La tecnología de la inteligencia artificial es una poderosa herramienta que puede mejorar la calidad de vida de las personas y del planeta, pero también plantea desafíos éticos, sociales y legales que deben ser tratados con responsabilidad y criterio. Microsoft apostó por la incorporación de ChatGPT en Bing y después integrarlo en Edge, disputando como nunca el mercado publicitario y generando miles de millones de ingresos adicionales. Más tarde lanzo Copilot que integro a todas las aplicaciones de Microsoft 365. Google lanzó Bard para competir con ChatGPT, pero recientemente lanzó Gemini; un modelo de inteligencia artificial, que es la tecnología con la que funciona Bard en sustitución de PaLM, aunque sus resultados no han sido los esperados. Sin lugar a dudas, el 2023 fue el año de la inteligencia artificial (IA), alcanzando nuevos niveles de sofisticación y capacidad, debido al desarrollo de algoritmos más eficientes, el aumento de la potencia computacional y la disponibilidad de grandes volúmenes de datos. Aún más significativo ha sido el modo en que las personas han aplicado esta tecnología para su uso cotidiano a través de increíbles aplicaciones cuyos efectos, sin duda, los veremos el próximo año. Columna originalmente publicada en eju.tv, público.bo, rimaypampa, asuntoscentrales y Economy

  • Sin cambio cultural no hay transformación digital

    La transformación digital busca aprovechar las tecnologías digitales para optimizar o generar nuevos productos, servicios, procesos y modelos de negocio. Se trata de una revolución que afecta a todos los sectores y ámbitos de la sociedad, otorgando grandes oportunidades para generar valor, crecimiento y desarrollo. No obstante, la transformación digital también conlleva importantes retos y riesgos, tales como la adaptación al cambio constante, la competencia global, la seguridad y la privacidad, la brecha digital, etc. Para afrontar estos retos y aprovechar las ventajas de la digitalización, las empresas y las organizaciones deben estar preparadas y dispuestas a cambiar. A pesar de que todos creen que la transformación digital es una transformación tecnológica, vengo repitiendo hasta el cansancio que la transformación digital, es en realidad una transformación cultural con base tecnológica. La cultura se refiere al conjunto de valores, creencias, normas y prácticas que comparten y guían el comportamiento de las personas en una organización. La cultura determina cómo se percibe, se interpreta y se responde a la realidad, y cómo se interactúa con los demás. Como es predecible, los cambios provocados por la transformación digital interactúan con estos agentes culturales. Por lo tanto, si estos factores no cambian para adaptarse al cambio inminente, la transformación digital se verá afectada. Muchas veces nos olvidamos de que, sin el compromiso y la participación de los que están en el día a día de las operaciones, cualquier cambio tecnológico está predestinado a fallar. Y es que sin cambio cultural no hay transformación digital exitosa. No se puede lograr una transformación digital, si no se logra cambiar la cultura organizacional de las empresas. Cada empresa tiene su propia identidad cultural y en especial las empresas más antiguas, tienen muy arraigado la cultura organizacional con la que nacieron. Pero, quienes poseen y se aferran a esa cultura organizacional son las personas, en especial las que defienden a rajatabla “así lo hemos hecho siempre”, que no quieren cambiar las formas en las que han venido ejecutando los procedimientos escritos o no, por no salir de su zona de confort y enfrentarse a aprender algo nuevo. Es fundamental que los miembros de la organización estén dispuestos a abandonar viejas formas de pensar y trabajar, para abrazar nuevas formas de operar en un entorno cada vez inexorablemente digital. El mayor reto es vencer esa resistencia natural a cambiar que tienen las personas y el mayor freno a los cambios es el miedo. Y en especial las personas mayores, son las que tienen mayor aversión al riesgo y por ende al cambio, en especial en adquirir nuevas competencias y sobre todo competencias digitales. Particularmente, para las empresas tradicionales, cambiar su cultura organizacional es uno de los retos más difíciles que afrontar en la era digital. Si no comprenden que, del cambio en la cultura organizacional, depende el futuro de la empresa, están condenados a desaparecer y ser absorbidos por startups que tienen como principal elemento la satisfacción de sus clientes y son ágiles para adaptarse a los cambios del mercado. Obviamente, el cambio cultural en las organizaciones debe partir del compromiso de la alta dirección y para esto se requiere un nuevo tipo de liderazgo. Los líderes deben ser los primeros en dar el ejemplo y transmitir el sentido y la importancia del cambio a todos los niveles. La cultura de la empresa influye en el ritmo de adaptación a los cambios, la colaboración y la innovación porque la transformación digital requiere que tanto los ejecutivos como los empleados estén dispuestos a asumir riesgos y aprovechar las oportunidades. En resumen, el cambio cultural es clave para el éxito de una transformación digital. Columna originalmente publicada en eju.tv, público.bo, rimaypampa y asuntoscentrales.

  • La transformación digital genera disrupción

    David L. Rogers, un profesor de la Columbia Business School escribió un libro llamado “The Digital Transformation Playbook”. En este libro, él ofrece su visión sobre la transformación digital, con un enfoque estratégico en lugar de operativo. El autor identifica cinco dominios clave para la transformación digital: clientes, competencia, datos, innovación y propuesta de valor. El primer dominio es que para cualquier empresa lo más importante deben ser los clientes. Aunque, los clientes han ido evolucionando con el tiempo y se han transformado un nuevo consumidor digital. El acceso a la información permite que los clientes estén muy bien informados. Parece que también les está llevando a ser menos leales que anteriormente. Veamos Best Buy. Best Buy sufre el hecho de que muchos clientes van a sus tiendas, prueban varios productos, y después, estando todavía en la tienda, sacan su teléfono móvil, miran en Amazon y compran el producto allí, en el momento. Los clientes se están volviendo más sofisticados y menos leales a sus marcas y productos habituales. Esto a fin de cuentas significa que las razones de ventaja competitiva de antes están desapareciendo en general. El segundo dominio que debemos considerar es la competencia. Uno de los tópicos de la transformación digital es que a menudo facilita la entrada de nuevos actores en un sector con ideas frescas y una agilidad para responder a las necesidades del mercado. Por ese motivo, es de esperar una competencia creciente en numerosos dominios en los que tiene impacto la transformación digital. Una de las cosas que hace es que empieza a difuminar los límites entre los diversos sectores productivos. Empresas que fueron socias ahora compiten cada vez más. Solo hay que ver cómo compiten Google, Apple y Amazon cada vez más en varios dominios del amplio espacio de la tecnología digital. Pero también esto ha permitido que se rompan las integraciones verticales y se logren economías colaborativas entre empresas que compiten en el mismo sector. El tercero es el de los datos. Ahora los datos son el nuevo petróleo del siglo XXI y son ubicuos en un mundo de redes sociales y tecnología digital. Hay enormes cantidades de datos disponibles no solo para los consumidores, sino también las empresas, que pueden aprovecharlos y mejorar sus productos. Veamos el caso de Waze, por ejemplo. Waze es una aplicación que utiliza los datos de los móviles de la gente para determinar donde hay atascos de tráfico; y también utiliza las redes sociales para permitir a los usuarios que informen de si por ejemplo el atasco se debe a un accidente, o quizá, a escombros en la carretera. Eso le permitió a Waze que fuera adquirida por Google, el 2013 por 966 millones de dólares. A pesar de la integración, Waze sigue siendo una aplicación independiente con alrededor de 151 millones de usuarios activos mensuales en todo el mundo. Utilizando datos se pueden crear un valor añadido único, y eso lo vemos en un gran número de sectores. El cuarto dominio que debemos considerar es la innovación. En un mundo de economía digital, vemos la capacidad de hacer ensayos rápidos con la innovación como nunca hemos visto antes. Esto está acelerando el ciclo de innovación, y permitiendo a las empresas hacer experimentos en tiempo real con sus productos y probar prototipos de forma muy económica. Un ejemplo es Facebook. Son capaces de ofrecer nuevas características y ofertas en su plataforma de manera que les permite experimentar y aprender en tiempo real. Lo mismo sucede con los simuladores, se pueden hacer muchas pruebas antes que se fabrique cualquier producto, lo que acelera el proceso ensayo-error y por ende la innovación. El último dominio que sufre el impacto es la propuesta de valor, es decir; cuál es el valor que se crea y entregas a los clientes a partir de nuestro bien o servicio, y qué valor capturas para ti. Estamos viendo nuevas formas de proporcionar valor de forma creativa, aprovechando la tecnología digital. Veamos Uber, por ejemplo. De nuevo, aprovecha la tecnología móvil y las redes sociales para ofrecer una nueva propuesta de valor para clientes que buscan servicios tradicionales de transporte de particulares a precios muchos menores que su competencia y con mucho mayor calidad y rapidez en la prestación del servicio. Por esto, podemos afirmar que la transformación digital tiene la capacidad de ser disruptiva de muchas formas, reinventando los modelos de negocio y la creación de nuevos productos y servicios, impulsados por la tecnología. Columna originalmente publicada en eju.tv, público.bo, rimaypampa y asuntoscentrales.

  • ¿Qué es la tecnología disruptiva?

    Primero tenemos que definir ¿qué es la disrupción? La disrupción es una interrupción o rompimiento con la manera tradicional de ejecutar algo, o, dicho de otra manera, es interrumpir la llegada a un objetivo predecible a través de una acción diferente a la tradicional, que rompe con el pasado y crea un futuro absolutamente diferente, siendo al mismo tiempo destructivo y creativo. La disrupción no es un fenómeno reciente; en realidad, podríamos afirmar que Cristóbal Colón fue disruptivo al señalar que podía llegar al Asia cruzando el mar, aunque en su camino se tropezó con el descubrimiento del continente americano. Por ejemplo, los relojes digitales reemplazaron a los relojes con cuerda mecánica basados en muelles y engranajes, o las cámaras digitales sustituyeron a las cámaras de película (que tenían que ser reveladas con químicos). Lo nuevo de la disrupción es que, en las últimas décadas, se ha asociado al área tecnológica y de negocios, para referirse a la introducción de nuevos procesos, métodos o productos, que cambian la forma en la que tradicionalmente se hacía las cosas, agregando valor al sector al que están dirigidos. Pero la disrupción no solo tiene que ver con cambios en la tecnología. El walkman utilizó tecnología existente, compactándolo y convirtiéndolo en un reproductor portátil, y aunque la tecnología no cambio sustancialmente, la propuesta de valor sí. Lo mismo sucedió con Airbnb o Uber, siempre se ha alquilado una casa o contratado un transporte. Aquí, lo que cambio es la utilización de la tecnología para acercar la demanda con la oferta, creando eficiencias de mercado y creando nuevas propuestas de valor para los que participan en el intercambio, creando una disrupción en el mercado. Otros ejemplos de un nuevo modelo de negocio que genera una disrupción, es Wikipedia, que aunque no tiene la misma “calidad” de un diccionario Larousse o la enciclopedia Britannica, su modelo de utilización de información colaborativa le permite tener un acceso gratuito para cualquier usuario, otorgando suficiente valor como para poder penetrar en el mercado y captar gran parte del mercado de los diccionarios y las enciclopedias. La tecnología disruptiva genera dos tipos de crecimiento: el crecimiento sostenible y el crecimiento disruptivo. El crecimiento sostenible es aquella que genera una mejora el rendimiento de los productos o servicios existentes, sin alterar sustancialmente el mercado. Por ejemplo, la mejora de la calidad de imagen de las cámaras digitales o la velocidad de los microprocesadores en las computadoras. El crecimiento sostenible suele beneficiar a las empresas líderes en su segmento, que pueden aprovechar su posición dominante y sus recursos para adaptarse a las nuevas tecnologías. En cambio, el crecimiento disruptivo es aquel que crea nuevos mercados o segmentos de clientes, ofreciendo productos o servicios más simples, baratos o accesibles, que satisfacen las necesidades o resuelven el problema de un público que no estaba atendido por las soluciones tradicionales. Por ejemplo, el surgimiento de los teléfonos inteligentes, que combinan varias funciones en un solo dispositivo, o las plataformas digitales, que conectan directamente a los proveedores y los consumidores, casi eliminando a los intermediarios. El crecimiento disruptivo suele perjudicar a las empresas establecidas, que pueden perder cuota de mercado o quedar obsoletas ante las nuevas propuestas de valor generadas por las startups, que generalmente son más ágiles y reaccionan más rápido a los cambios de los clientes. La disrupción con base tecnológica afecta a las empresas en general, ya que les obliga a estar atentas a los cambios en el entorno, a anticiparse a las necesidades y expectativas de los nuevos consumidores digitales, y a innovar constantemente para mantener su competitividad. Las empresas que quieren sobrevivir y prosperar en la era de la disrupción deben estar dispuestas a cambiar su cultura organizacional y adoptar una cultura de aprendizaje, experimentación y adaptación, que les permita identificar las oportunidades y los riesgos que plantean las nuevas tecnologías, y desarrollar estrategias para aprovecharlas o mitigarlas. La disrupción es un fenómeno que implica una transformación profunda en el mundo de los negocios, y cuando es impulsada por las innovaciones tecnológicas es conocida como transformación digital. La disrupción puede generar un crecimiento o de declive para las empresas, dependiendo de su capacidad para adaptarse y reinventarse ante los nuevos escenarios. La disrupción es un reto, pero también una oportunidad, para las empresas que quieren diferenciarse y crear valor en el mercado. Por eso, afirmamos que la transformación digital tiene una capacidad de ser disruptiva en muchas formas, que no necesariamente son tecnológicas, pero que sí plantean un nuevo modelo de negocio que genera una propuesta de valor diferente a la existente. La transformación digital tiene la capacidad de ser disruptiva de muchas formas, pero será tema de otro artículo. Columna originalmente publicada en asuntoscentrales, eju.tv, público.bo y rimaypampa

  • La ola de la inteligencia artificial

    Recuerdo muy bien cuando Andrés Oppenheimer en su libro “Sálvese quien pueda”, analiza cómo la tecnología y la inteligencia artificial están transformando el mercado laboral y qué profesiones y habilidades serán más demandadas en el futuro, nadie esperaba la revolución que ha generado la explosión en el uso de la inteligencia artificial. Según el libro (2019), algunas de las profesiones y habilidades que más se demandarían en el futuro serian: Profesiones relacionadas con la creatividad, como artistas, escritores, diseñadores, músicos, etc. Profesiones relacionadas con la empatía, como psicólogos, terapeutas, coaches, enfermeros, etc. Profesiones relacionadas con el liderazgo y la gestión de equipos humanos y virtuales. Profesiones relacionadas con la educación y el aprendizaje continuo, como maestros, tutores, mentores, etc. Habilidades como la adaptabilidad al cambio, la curiosidad intelectual, el pensamiento crítico y el trabajo colaborativo. Algunos expertos creen que la Inteligencia Artificial podría sustituir o afectar a profesiones que requieren habilidades de comunicación, análisis o asesoramiento. Profesiones como el diseño web, etc. están entre las más expuestas al impacto de la tecnología, junto con los desarrolladores o los escritores. Sin embargo, esto no significa que estas profesiones vayan a desaparecer por completo, sino que tendrán que adaptarse al uso de esta nueva tecnología. Lo interesante de este fenómeno es que, mientras que la automatización tiende a eliminar los empleos que implican tareas repetitivas y requieren menos preparación y menor remuneración, la tecnología de Inteligencia Artificial ha hecho más vulnerables las profesiones con salarios elevados (directores ejecutivos) y estudios superiores (en la mayoría de los casos, estos aspectos van de la mano). Durante una conferencia organizada por la Universidad Privada Boliviana, Luc Julia (cocreador de Siri) afirmó que la Inteligencia Artificial nunca sustituirá a la inteligencia humana, y que no existe una única forma de Inteligencia Artificial, sino múltiples formas que sirven como herramientas para ayudarnos a trabajar más rápido. Sin embargo, el uso de estas herramientas depende de la persona que las maneja. En otras palabras, el poder de la Inteligencia Artificial lo determina el usuario y la finalidad que le asigne. La inteligencia artificial (IA) está transformando rápidamente el mundo empresarial, mejorando la eficiencia y la productividad mediante la automatización de tareas repetitivas y aligerando la carga de trabajo de los empleados. Esto les permite centrarse en tareas más importantes y creativas, impulsando en última instancia la innovación y la competitividad. El procesamiento en tiempo real de grandes cantidades de datos permite a las empresas tomar decisiones más informadas y precisas, aumentando así la rentabilidad y el éxito. Analizando los datos de los clientes, como el historial de compras, las preferencias y las necesidades individuales, las empresas pueden mejorar la experiencia del cliente mediante ofertas personalizadas, fomentando en última instancia la fidelidad y reforzando la reputación y el éxito de la empresa. Sin embargo, es importante señalar que la IA por sí sola no puede resolver los problemas de una empresa. Es crucial un cambio en la cultura empresarial, desde la mentalidad tradicional de "así es como siempre lo hemos hecho" a otra que adopte la toma de decisiones basada en los datos y que este centrada en la satisfacción del cliente. De hecho, la mayor transformación en una empresa es la transformación cultural que puede usar la base tecnológica para crear una disrupción en el mercado, pero eso será tema de otro artículo. Columna originalmente publicada en rimaypampa, público.bo y eju.tv.

  • Inteligencia Artificial en todo y para todo

    En cualquier conversación familiar o de amigos, es inevitable hablar de la Inteligencia Artificial y sobre todo sobre el Chat Bot GPT pues está de moda. Hace un par de días escribí un artículo titulado “Inteligencia Artificial y Transformación Digital”, artículo que fue escrito casi en su totalidad con el Chat GPT y si la mayoría no llego al final del articulo no se dio cuenta de ese pequeño detalle. Es tal el boom del Chat GPT que se estima que alcanzó los 100 millones de usuarios activos en solo dos meses después del lanzamiento, siendo la aplicación para consumidores de más rápido crecimiento en la historia. TikTok tardó unos nueve meses, Instagram dos años y medio y Spotify tardó casi 5 años en llegar a los 100 millones de usuarios. La empresa OpenAI fue creada el 2015 en San Francisco por un grupo de empresario; entre ellos Elon Musk (quien renuncio el 2018 pero sigue siendo donador), y en diciembre del 2022 lanzo el Chat GPT-3 (Generative Pre-trained Transformer 3). El 2019, Microsoft invirtió mil millones de dólares y créditos en la nube en OpenAI, y compró una licencia para la tecnología GPT-3 en 2020, lo que hizo que sonaran las alarmas en Google, pues su buscador es su principal fuente de ingresos. En enero de este año, Microsoft anunció un nuevo nivel en su alianza con OpenAI, que se cree se ha traducido en una inversión de 10.000 millones de dólares que Microsoft realizará en OpenAI a lo largo de varios años, incorporando la última versión de esta tecnología en su buscador BING. Así que nos espera una batalla muy interesante entre los dos gigantes que seguro nos beneficiará a todos. Lo único de malo, por el momento, es que Chat GPT-3 está limitada a la información que llega hasta septiembre el 2021. Por ejemplo, si le preguntas que paso entre Shakira y Piqué, te dirá que no tiene acceso a información privada o personal de Piqué y Shakira, o peor si le preguntas cuanto vale un Bitcoin te dirá que su valor fluctúa constantemente en función de la oferta y la demanda. Hay otras herramientas como Perplexity, que están actualizada al día con la información ó ChatSonic que hace lo mismo que Chat GPT-3 pero todos sus datos están actualizando día a día. Puedes hacer las mismas preguntas que le hiciste a Chat GPT-3 y te contestaran con información actual. Lo cierto es que el uso de la Inteligencia Artificial (IA) se ha masificado en todo y para todo, tanto así que incluso hay páginas web que son directorios de todas las páginas web que usan IA para diferentes categorías como, por ejemplo: Aifindy o Futurepedia. Algunas de las aplicaciones más populares de inteligencia artificial son: Herramientas y aplicaciones de inteligencia artificial en marketing, aplicaciones para la generación de contenidos, como Articoolo y Buzzsumo, aplicaciones para la generación de presentaciones, como Beautiful y Tome, asistentes virtuales como Siri y Google Now, aplicaciones que ayudan a mejorar la salud mental, como Youper o aplicaciones para la automatización de procesos industriales. Obviamente, como en casi toda nueva tecnología, la mayoría son páginas web gratuitas aunque algunas ya tienen sus versiones de paga, que ofrecen características premium. Lo cierto, es que, si bien la apuesta por la inteligencia artificial busca automatizar procesos y por ende reducir personal que realiza tareas repetitivas, también ha ingresado en áreas creativas que antes se pensaba era imposible sustituirlas por “maquinas”. Ahora bien, como dice mi amigo el Dr. Alberto Sanjines Unzueta “…la exigencia de usuario tiene que ver con la calidad del resultado, y ya no con el detalle de si es o no IA”. Es decir el resultado del uso de la Inteligencia Artificial dependerá de quien lo use y como lo use. Un martillo es una herramienta que puede servir para construir o destruir, dependiendo de las manos en la que este. Lo cierto es que ahora tenemos la Inteligencia Artificial en todo y para todo. Columna originalmente publicada en eju.tv , estotambiensucede y público.bo el 9 de marzo de 2023.

  • Inteligencia Artificial y Transformación Digital

    La Inteligencia Artificial (IA) y la transformación digital son dos temas que están cada vez más presentes en nuestra vida diaria. La IA se refiere a la capacidad de las máquinas para simular la inteligencia humana, mientras que la transformación digital se refiere al proceso de adoptar tecnologías digitales para mejorar los procesos y servicios de una empresa. Ambas tienen un impacto significativo en la forma en que vivimos y trabajamos, y juntas pueden tener un impacto aún mayor. La IA se utiliza cada vez más en la transformación digital de las empresas. El aprendizaje automático, una rama de la IA, se utiliza para analizar grandes cantidades de datos y descubrir patrones que pueden ser utilizados para mejorar los procesos de negocio. Por ejemplo, una empresa de seguros puede utilizar el aprendizaje automático para analizar datos de siniestros y descubrir patrones que pueden ayudar a prevenir futuros accidentes. El procesamiento del lenguaje natural, otra rama de la IA, se utiliza para mejorar la interacción con los clientes. Las empresas pueden utilizar chatbots basados en IA para proporcionar servicio al cliente en línea, lo que permite a los clientes obtener respuestas rápidas y precisas a sus preguntas. Esto no solo mejora la experiencia del cliente, sino que también libera a los empleados de tareas repetitivas para que puedan enfocarse en tareas de mayor valor. La IA también se utiliza para mejorar la toma de decisiones en las empresas. Los algoritmos de IA pueden analizar datos y proporcionar recomendaciones sobre cómo mejorar los procesos o incluso tomar decisiones automáticamente. Esto puede ayudar a las empresas a ser más eficientes y tomar decisiones más informadas. En resumen, la IA y la transformación digital son dos temas clave que están transformando la forma en que vivimos y trabajamos. La IA se utiliza cada vez más en la transformación digital de las empresas, ayudando a mejorar los procesos de negocio, la interacción con los clientes y la toma de decisiones. Estas tecnologías juntas proporcionan un gran potencial para mejorar la eficiencia y la competitividad de las empresas. La inteligencia artificial (IA) es una tecnología que tiene el potencial de transformar la manera en que las personas interactúan con el mundo y con las máquinas. Está cambiando la forma en que se realizan muchas tareas y está impulsando la transformación digital en muchos sectores, incluyendo la atención médica, la educación, el entretenimiento, la financiación y el comercio. Una de las principales ventajas de la IA es su capacidad para analizar grandes cantidades de datos y tomar decisiones basadas en esos datos de manera más rápida y precisa que las personas. Esto permite a las empresas y a otras organizaciones mejorar la eficiencia y reducir costos al automatizar tareas y procesos. Además, la IA también puede ser utilizada para mejorar la experiencia del usuario al personalizar productos y servicios de acuerdo con las preferencias y necesidades individuales. Otra área en la que la IA está teniendo un gran impacto es en la automatización de la producción. Las empresas están utilizando robots y otras tecnologías de IA para mejorar la eficiencia y reducir costos en la fabricación de productos. En resumen, la IA está teniendo un gran impacto en la transformación digital al proporcionar a las empresas y otras organizaciones una mayor eficiencia y capacidad de análisis, al tiempo que mejora la experiencia del usuario y la automatización de la producción. Aquí hay algunos otros aspectos de la IA y su impacto en la transformación digital: Análisis de datos: La IA permite a las empresas y otras organizaciones analizar grandes cantidades de datos en tiempo real y tomar decisiones basadas en esos datos de manera más rápida y precisa. Esto permite a las empresas mejorar la eficiencia y tomar decisiones más informadas. Personalización: La IA permite a las empresas personalizar productos y servicios de acuerdo con las preferencias y necesidades individuales de los consumidores. Por ejemplo, los sistemas de recomendación utilizan la IA para sugerir productos o servicios basados en el historial de compras y búsquedas de una persona. Automatización: La IA está siendo utilizada para automatizar tareas y procesos en muchos sectores, lo que permite a las empresas reducir costos y mejorar la eficiencia. Por ejemplo, muchas empresas están utilizando robots y otras tecnologías de IA para automatizar la producción de productos. Mejora de la productividad: La IA también puede ser utilizada para mejorar la productividad de las empresas al permitir que las personas se enfoquen en tareas de mayor valor añadido en lugar de en tareas repetitivas y tediosas. Cambio en los modelos de negocio: La IA está llevando a un cambio en los modelos de negocio en muchos sectores. Por ejemplo, muchas empresas están utilizando la IA para ofrecer servicios personalizados de manera más eficiente, lo que permite a las empresas expandirse a nuevos mercados y generar nuevas fuentes de ingresos. Impacto en el empleo: La IA está cambiando la forma en que se realizan muchas tareas, lo que puede tener un impacto en el empleo. Por un lado, la IA puede automatizar muchas tareas que anteriormente eran realizadas por personas, lo que puede llevar a la pérdida de empleos. Por otro lado, la IA también puede crear nuevos empleos en áreas como el desarrollo de tecnología y el análisis de datos. Ética y responsabilidad: Al utilizar la IA, es importante considerar cuestiones éticas y de responsabilidad, como la privacidad de los datos, la transparencia en el proceso de toma de decisiones y el impacto en el empleo y la sociedad en general. ¿Les sorprendería si les digo que todas las líneas de arriba han sido escritas con Inteligencia Artificial? Pues si, todo fue escrito con IA de ChatGPT… ¿¿¿Que les parece??? IMPRESIONANTE!!! ¿Se imaginan todo lo que se puede hacer con IA? El cielo es el límite. Columna originalmente publicada en público.bo y eju.tv, el 26 de enero de 2023.

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