La falsa nacionalización de Evo

El 18 de julio de 2004, el pueblo boliviano fuimos a votar el Referéndum del Gas. Dicho referéndum contenía 5 preguntas que podríamos resumirlas así: ¿Está usted de acuerdo? SI o NO en 1) Abrogar la Ley 1689 de Hidrocarburos, 2) Recuperar la propiedad en boca de pozo, 3) Refundar YPFB, 4) Gas por mar con Chile y 5) Cobrar 50% de impuestos o regalías. Las 5 recibieron el voto mayoritario de la gente por el SI, a pesar que el Movimiento al Socialismo hizo campaña por el NO en las preguntas 4 y 5.


El 18 de mayo de 2005, Hormando Vaca Diez (QEPD); a pesar de la oposición de Evo Morales y Carlos Mesa, promulgo la nueva Ley 3058 de Hidrocarburos en aplicación a los resultados del Referéndum del Gas, creando el Impuesto Directo a los Hidrocarburos con una alícuota del 32%; es decir, incrementando casi 2 veces más (177%) los ingresos fiscales para el país.

El precio del gas de exportación al Brasil el 2005 era de $us 2/MM BTU y el 2013 es de $us 9/MM BTU; es decir, 450% más de ingreso sólo por efecto del incremento en el precio. Igual fenómeno sucedió con la Argentina, el precio del gas el 2007 era de $us 5/MM BTU y el 2013 de $us 10/MM BTU; es decir, el doble de ingresos.

Durante este mismo periodo, los volúmenes de exportación y consumo interno se incrementaron significativamente, incrementándose un 72%. El 2005 exportábamos 5 MMCD (Millones de Metros Cúbicos Diarios) a la Argentina y 24 MMCD al Brasil, mientras el consumo interno era de 3 MMCD. El 2013 exportamos 15 MMCD a Argentina, 30 MMCD a Brasil y consumimos 10 MMCD internamente.

Es por eso, que el 2005 exportábamos $us 1,500 MM (Millones de Dólares) y el 2013 exportamos $us 6,000 MM; cuatro veces más, por efecto precio y volumen. Representando en conjunto con la reforma tributaria, casi 10 veces más en ingresos para el Estado. Con la Ley 1689 la renta petrolera promedio en el periodo 2001-2005 fue de 330 MM $us, con la Ley 3058 el 2013 los ingresos fiscales producto de la exportación de los hidrocarburos fue de 3,000 MM $us.

Ninguno de estos incrementos extraordinarios en los ingresos fue obra de Evo & Cia.; es más, se opuso sistemáticamente a todo. Se opuso a la firma del Contrato con el Brasil, se opuso a la construcción del gaseoducto al Brasil (los dos), se opuso al Referéndum el Gas que subía los ingresos al 50% para el Estado Boliviano, y se opuso a la Ley 3058 sancionada y promulgada por Hormando Vaca Diez (QEPD). Y cuando el niño comenzó a dar los primeros pasos, se autonombro el padrino y casi progenitor, bautizándolo con NACIONALIZACIÓN.

El 1 de mayo de 2006 promulgo el Decreto Supremo 28701 incrementando 32% la tributación establecida en la Ley 3058, exclusivamente en los mega campos, incremento que las petroleras pagaron pero que el país tuvo que devolver, al no tomarse en cuenta los resultados de las auditorias (ocultas al día de hoy) en los nuevos contratos, convirtiendo a la “nacionalización” en un espectacular show con militares, bandera y letreros incluidos como tristes actores de una gran mentira.

Es por esto que los beneficios recibidos por el Estado boliviano, nada tienen que ver con la falsa nacionalización de los hidrocarburos que Evo cacarea todos los días, aplicando la máxima fascista “miente, miente que algo quedará”, como lo hemos demostrado aquí son exclusivamente efecto simultaneo de la nueva Ley 3058 de Hidrocarburos, incremento de los volúmenes de exportación y consumo interno, y un incremento desmesurado de los precios internacionales de los hidrocarburos.

Comentarios

Cleto Escobar ha dicho que…
La ley 3058 fue redactada por los partidos con representación
congresal de esa época, bajo la dirección de Santos Ramirez (MAS) y Dante Pinto
(NFR). El MAS no acompañó en la votación a favor de la ley porque el MNR, el
MIR y NFR descartaron elevar las regalías del 18% al 50%, propuesta masista, y
en su lugar aprobaron el IDH (32%). Una regalía del 50% “alteraba el orden jurídico”
y no permitía a las empresas descargar en sus países de origen los impuestos
que pagan en Bolivia, haciendo que el costo neto impositivo sea menor para
ellas.

Con el decreto 28701 (del año 2006) se fue más allá que la
ley 3058 al obligar a las empresas extranjeras a entregar en propiedad a YPFB
toda la producción de hidrocarburos y al disponer que la estatal petrolera
asuma -en exclusividad- la comercialización y la fijación de precios del gas en
el mercado interno (del que ahora se beneficia la industria nacional al contar
con gas subvencionado) y externo, convirtiendo a las transnacionales, así, en
meras operadoras, a cambio de una remuneración.

El que dicho decreto disponga que los megacampos entreguen
el 82% del valor de la producción de gas, mientras se negociaban nuevos
contratos, también fue más allá inclusive del referendo del 2004, que limitaba
las regalías e impuestos de las petroleras hasta un 50%. (Actualmente, en el
2014, por la explotación del megacampo San Alberto, operado por Petrobras, el
Estado recibe el 85% del valor de la producción)

El populista Evo Morales resultó más eficiente que los tecnócratas
liberales del pasado al negociar con Argentina un mejor contrato de compraventa
de gas (2010) que el que se tiene con Brasil. Los gauchos pagan 2 dólares más
que los brasileños por millar de BTU porque se incorporó a la fórmula de cálculo
los precios internacionales del fuel oil, el diesel y el dólar. Y, además,
Bolivia no está obligada a entregarle a Argentina -como ocurre con Brasil- gas
rico (etano, propano, butano…), materia prima que alimentará las plantas de
etileno, propileno, etc. (industrialización de los hidrocarburos), y que además
convierte a Bolivia en exportador de GLP.

Y con el nuevo “contrato interrumpible” que firmarán Bolivia
y Brasil en los próximos días, el vecino país pagará más de lo que actualmente
paga por el gas.

La honestidad intelectual obliga a reconocer tales aciertos,
sin que por ello uno olvide que también hay desaciertos: el proceso de industrialización
avanza a paso de tortuga y en algunos casos con criterios políticos, antes que
técnicos, lo mismo que las labores de exploración. Hay debilidades, no se
cuenta con personal nacional cualificado (se tiene que recurrir a expertos del
exterior) y existe cierta ineptitud en la reposición de reservas…

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