Oh Cochabamba querida
A parte de festejar los 201 años del inicio de la gesta
libertaria cochabambina, los cochabambinos no tenemos ninguna otra razón para
alegrarnos, porque como el cangrejo; a la par del país, vamos para atrás.
Sigo recordando el spot de campaña del Movimiento al
Socialismo donde el Presidente Morales nos decía al pie del Cristo de la
Concordia que había elegido a Edmundo Novillo y Edwin Castellanos; el uno a su
derecha y el otro a su izquierda, para ser los hombres que iban a conducir los
destinos de la Gobernación y de la Alcaldía de Cochabamba.
El primero, no tiene recursos para realizar obras en el
departamento, pues la Gobernación depende de los recursos provenientes de la
explotación de los hidrocarburos, producción en franca declinación y sin que
YPFB haya iniciado ningún proyecto de exploración en el departamento. Los pocos
recursos que tiene, primero están comprometidos para pagar la Y de integración,
el Proyecto Múltiple Misicuni y la tan cuestionada Carretera Villa Tunari – San
Ignacio de Moxos; todos proyectos nacionales. Además, el año pasado fuimos la penúltima
gobernación en ejecución presupuestaria, y el próximo año nos reducirán el
presupuesto de inversión de 160 a 93 millones de bolivianos para todo el
departamento.
El segundo, a diferencia del primero tiene recursos en
abundancia; más de 1,000 millones de bolivianos, pero su ineficiencia es tal
que no ha logrado al primer semestre ejecutar ni el 7% de su presupuesto
aprobado, siendo que además ya tiene el control total del Concejo Municipal con
la ayudita de un par de concejiles que se supone eran de oposición.
Por si esto fuera poco, el Presidente nos vino a contar el
cuento que Cochabamba será el único departamento privilegiado por contar con
dos aeropuertos internacionales con la ampliación del aeropuerto de Chimore. Y
a quien carajos le beneficia ese aeropuerto? Ustedes ya saben la respuesta. Eso
sí, se destina 77 millones de bolivianos para construir un coliseo deportivo en
Quillacollo, cuando dicho municipio no tienen ni siquiera sistema de agua
potable, alcantarillado o peor aún un hospital de tercer nivel. La razón, hay
elecciones de alcalde en diciembre y hay que ganar sí o sí.
Lo cierto es que Cochabamba va descendiendo en su
importancia nacional. Nuestro crecimiento económico es menor que el promedio
del país, aportamos cada vez menos al PIB nacional, el PIB per cápita es menor
que la media nacional, nuestro sector agropecuario ha pasado a ser el cuarto
del país, y nuestras exportaciones han caído tanto en valor y volumen bajando
al sexto lugar como departamento.
No solo descendimos en lo económico, sino también tuvimos
que sufrir el descenso de equipo aviador; para alegría de algunos frustrados,
dejando a un solo equipo cochabambino en la liga del futbol profesional. Y
encima, como festejo de sus 86 años de existencia, se está rematando los
últimos bienes de la otrora línea bandera boliviana Lloyd Aéreo Boliviano, ante
la mirada cómplice de autoridades nacionales, departamentales y municipales.
Por si faltaba algo, como prueba de su falta de imaginación
y la absoluta intrascendencia del órgano legislativo plurinacional, el senado
decidió darnos el regalo de nombrar a Cochabamba la capital gastronómica de
Bolivia, capital del parapente y de llapita nombrar al Cristo patrimonio
cultural.
Oh !!! Cochabamba querida.
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