Revocatoria de mandato, otro engaño de la demagogia populista
Se supone que con la aprobación de la Nueva Constitución, habíamos avanzado de la democracia representativa a la democracia participativa. Lo cierto es –como muchas de las medidas del actual gobierno- que eso término siendo otro engaño más.
La revocatoria de mandato debería ser una medida que permita remover de su cargo, a autoridades electas por el voto popular, que no han cumplido con las expectativas del pueblo soberano que lo eligió.
La primera norma establece que la revocatoria de mandato procede por iniciativa popular, para autoridades nacionales, departamentales o regionales con las firmas y huellas dactilares de por lo menos el veinticinco por ciento (25%) del padrón nacional, departamental ó regional electoral respectivamente, en el momento de la iniciativa. Este porcentaje debe incluir al menos el veinte por ciento (20%) del padrón de cada departamento, provincia o municipio también respectivamente. Para autoridades municipales, con las firmas y huellas dactilares de por lo menos el treinta por ciento (30%) del padrón municipal electoral en el momento de la iniciativa.
Los promotores de la iniciativa tienen 90 días para recolectar las firmas y el Tribunal Electoral tiene 60 días para la verificación de las mismas. Además, sólo puede ser activada en una sola ocasión durante el período constitucional de la autoridad, y cuando haya transcurrido al menos la mitad del período de mandato de la autoridad electa, y no podrá realizarse durante el último año de la gestión en el cargo.
Por su parte el Órgano Electoral Plurinacional estableció como plazo máximo para la presentación de solicitudes de revocatoria de mandato el 22 de febrero pasado, limitando lo establecido por la propia Constitución.
Para ponerlo en términos prácticos veamos, que significa pretender la revocatoria de mandato por ejemplo del Alcalde de Cochabamba. El Movimiento al Socialismo obtuvo en las elecciones de abril del 2010, 123,097 votos (30% del padrón electoral municipal aproximadamente).
Es decir, que para activar la Revocatoria de Mandato del Alcalde, se requeriría más o menos la misma cantidad de firmas que los votos que obtuvo el candidato ganador, suponiendo que no ha habido un crecimiento en el padrón electoral en tres años.
Imaginémonos por un momento tener que llenar 6 veces el Stadium Felix Capriles (la capacidad es de 22,000 espectadores) con diferentes personas para recolectar las firmas necesarias para solicitar se realice el Referéndum en cuestión. O mejor aún, se requiere –en los 90 días- recabar 1,400 firmas diarias, todos los días. Usted se imagina el despliegue logístico y de recursos que se requiere para cumplir semejante cometido? Sí, tiene razón, es misión imposible.
Y mejor no realizo el análisis de la cantidad de firmas que se requiere para la revocatoria de mandato de una autoridad regional, departamental o nacional, porque entenderá que él cálculo es del todo inútil.
La Revocatoria de Mandato es otro engaño MAS de mandar obedeciendo al pueblo y de la demagogia populista del Socialismo del Siglo XXI.
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